Su
estilo de dramatizar la poesía era algo excesivo. Trató de vincular la síncopa del jazz con su
escritura, a menudo en forma de versículo, rítmica, fácil de recordar, complementada
en ocasiones con tambores y silbatos. Pintaba de negro su cara para declamar en
público su poema El Congo, por el
cual fue acusado de racista por hacer presunta burla del habla de
los afroestadounidenses. Dedicó parte de su trabajo a exaltar figuras históricas
y temas patrióticos. Definió su arte oratorio como “el más refinado vodevil”.
Desde
pequeño creyó sentir inclinación por la pintura. Aunque su trabajo nunca
despertó el entusiasmo de los maestros que tuvo en Chicago y Nueva York, ilustró
con sus dibujos portadas y páginas de sus publicaciones. Dedicó un volumen
al arte del cine silente y escribió una novela «visionaria» de la que hoy nadie
habla.
En
1925 casó con Elizabeth Cornner, de veintitrés años.
Tuvieron una hija y un hijo. Mientras pudo, continuó declamando sus poemas –y parodiando
los de otros autores– por ciudades y pueblos de Estados Unidos. Pero la poesía declamada había perdido para siempre su antigua popularidad, y eso lo deprimía. Se suicidó, abrumado
por deudas, al ingerir un popular desinfectante de la marca Lysol, especie de lejía
de cloro, a los 51 años.
Patricia
Highsmith incluyó su breve y extraordinario poema The Leaden-Eyed (Los ojos que se apagan) en Extraños en un tren, novela que Alfred
Hitchcock llevó al cine. En algún lugar he leído que fue un artista naïf, opinión
que me parece relacionada más con su tendencia a la declamación teatralizada que
con su obra. Allen Ginsberg, a quien le aprovecharon muchas de sus experiencias, no sólo histriónicas, le dedicó una página.
Alguien
ha dicho, festinadamente, que ha sido el ciudadano más notable de Springfield después de Homer Simpson y de Abraham Lincoln. El chileno Roberto Bolaño
profetizó que Vachel Lindsay será un poeta de masas en el año 2101.
Q U E L A S A L M A S J
Ó V E N E S
(Leyendo a Vachel Lindsay.)
Que las almas
jóvenes se apresuren
en salvar de la corriente, el alud
en salvar de la corriente, el alud
o el tsunami,
la sombra de unas playas
la sombra de unas playas
souvenir que tuvo
sentido alguna vez
pues por lo visto
la tendencia global
es hacer tábula rasa
de cuanto albergue polvo
de cuanto albergue polvo
o signifique
rebelión
de alguna forma.
Por ejemplo
el vaho de una persona
que despierta
a tu lado a
mediodía
sin saber
que en aquella
madrugada
hubo un escape de
azufre
y amoníaco en la
ciudad
y pudieron
y pudieron
como tantas veces
ha sucedido
amanecer desnudos y abrazados
en un lugar
amanecer desnudos y abrazados
en un lugar
que en nada se
parece a éste
–Hiroshima, Pompeya–
–Hiroshima, Pompeya–
más tranquilos, es
cierto
pero sin industria ya
pero sin industria ya
ni ciencia ni amor
sin obra ni sabiduría.
sin obra ni sabiduría.
Ese vaho de
persona
no olvidar
ese vaho al lado tuyo
ese vaho al lado tuyo
más dulce cada vez
sobre cosas que se desvanecerán
sin demasiado trámite
sobre cosas que se desvanecerán
sin demasiado trámite
ya es algo.
Por lo pronto
Por lo pronto
que las almas
jóvenes se apresuren
en ordenar sus magros equipajes
en ordenar sus magros equipajes
para emigrar si
quieren
a ciudades o
países
más o menos
lejanos
–a eso llamarán
–a eso llamarán
quiméricas
empresas.
Háganse tomar fotografías
en un bar, en un barco
a contraluz
no importa mire cada cual
hacia un punto distinto
no importa mire cada cual
hacia un punto distinto
incluso a otra
persona.
Que las almas jóvenes
ostenten todo su orgullo
Que las almas jóvenes
ostenten todo su orgullo
por supuesto, mientras tanto
disimulen
disimulen
si es que pueden
disimulen un poco
por favor.
disimulen un poco
por favor.
(Manos de obra, © Sigfredo Ariel, 2002)
Every Soul A Circus VACHEL LINDSAY (Spingfield, Illinois, 1879-1931) |
Excelentes, tanto el artículo como el poema!!!! El artículo muy ilustrativo y condensado en pocas palabras, pero bien instructivo acerca de la vida y obra de este poeta. El poema también me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarcierto, excelente
ResponderEliminarJC Recio.
Bella poesía, y en cuanto al artículo ha sido un placer, Gracias.
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