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jueves, 23 de febrero de 2012

Para ser cantado ante la boca de un güiro



Los negritos y blanquitos
del vecino barrio
marginal
se deslizan por los pocos
mármoles
que quedan
del viejo club marítimo
que fuera intervenido
a nombre
de un notorio sentimiento
popular y más tarde
abandonado, digamos
a su suerte.




Se suponía
que en esta fecha patria
no existiera
el barrio marginal
que ha crecido
y crece con soltura
en los márgenes
de grandes avenidas
por las cuales, entre
otros vehículos privados
pasan los mismos
dodges, cadillacs
y chevrolets
de hace cincuenta
años.


(Recreos para la burocracia, ©Sigfredo Ariel, 2012)





2 comentarios:

  1. bueno el verso, triste la realidad. Un abrazo hermano

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    1. gracias, mi hermano. qué suerte que me leas y que podamos compartir ideas por aquí.

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